Pastores
Una iglesia para familias sanas y libres.
PASTOR Rolando RODRÍGUEZ
Nuestros Pastores
La vida y el ministerio del Pastor Rolando Rodríguez son un extraordinario testimonio del poder de Dios para llamar, rescatar y restaurar. Su historia, marcada por la profecía, la caída y una redención milagrosa, es la fuerza que impulsa su llamado.
Nacido el 20 de septiembre de 1971, su camino dio un giro profético en 1999 al conocer al Profeta Richard Flores, quien le entregó una palabra de Dios que marcaría su destino: “Tienes un ministerio prisionero”. Obedeciendo a esa palabra y resolviendo un antiguo asunto legal de 1992, el Pastor Rolando cumplió una sentencia en la cárcel. Allí, en medio de la reclusión, la profecía pareció cumplirse al nacer su ministerio carcelario.
Sin embargo, la verdadera prisión aún estaba por manifestarse. Tras salir en libertad, enfrentó una dura prueba que lo desvió del camino, hundiéndolo en la drogadicción y la santería. Durante años, vivió atado a una oscuridad que parecía contradecir su llamado inicial.
No fue hasta el año 2015 que la palabra profética cobraría su significado más profundo. A través de una sobredosis que lo llevó al borde de la muerte, el Pastor Rolando fue rescatado de su verdadera prisión. En un hospital, clamó a Dios y experimentó una restauración total, renovando sus votos y rindiendo su vida por completo.
Con su fe afirmada y su vida transformada, se reencontró con su mentor, el Profeta Richard Flores, quien lo guió en esta nueva etapa. Hoy, felizmente casado con la Pastora María Rodríguez, lidera un ministerio poderoso. Como fruto de su testimonio, dirige la obra carcelaria “Al Borde de Su Manto”, llevando un mensaje de esperanza a cientos de internos.
Desde 2022, junto a su esposa y bajo la cobertura del Ministerio León de Judá, organiza eventos masivos de sanidad y liberación en Texas, impactando a miles de personas a través de la predicación y una extensa obra social. Su vida es la prueba de que el llamado de Dios es irrevocable, y su gracia es suficiente para romper cualquier cadena.
HERMANA María RODRÍGUEZ
Nuestros Pastores
La Hermana María Rodríguez es un pilar de fe, gracia y sabiduría en nuestro ministerio, con una historia que inspira a encontrar el camino de regreso a casa.
Nacida en México en el seno de una familia cristiana, sus raíces de fe son profundas. Desde joven, ha radicado en la ciudad de Mercedes, Texas, donde echó raíces tanto en la comunidad como en la iglesia. Aunque creció conociendo la Palabra, como muchos, su caminar de fe tuvo un tiempo de prueba en el que se apartó del camino que conoció en su niñez.
Sin embargo, el llamado de Dios para su vida fue más fuerte. Al rendir nuevamente su corazón al Señor, no solo renovó su fe, sino que recibió un claro propósito para servir.
Fue en este nuevo caminar que Dios unió su vida a la del Pastor Rolando, formando un equipo ministerial poderoso, cimentado en un testimonio compartido de la gracia redentora de Dios.
Hoy, la Hermana María predica la Palabra con una compasión y sabiduría únicas, producto de su propia historia. Su pasión es ver a otros, especialmente a las mujeres, experimentar la misma restauración que ella encontró y florecer en el propósito para el cual fueron creadas.
La cobertura que recibimos.
Profeta Richard Flores
El profeta Richard Flores viaja extensamente en respuesta a eventos programados, invitaciones personales y la guía del Espíritu Santo. Ya sea en iglesias, salones de eventos o casas, su llamado es ministrar a quien Dios convoque. Está casado con Diane Flores y residen en Lubbock, Texas.
El profeta Richard Flores fue uno de 17 hermanos en una familia de bajos recursos que vivián en una zona empobrecida de su comunidad. Tuvo como mentor durante 15 años al Pastor John Osteen en la Iglesia Lakewood de Houston, y fue comisionado como profeta de Dios.
Ahora viaja a muchas iglesias para ministrar en predicación, sanidad, cantos y profecía. Con un toque de comedia, anécdotas personales y un profundo arraigo en las Escrituras, el estilo de mensaje del profeta Flores rebosa de pasión por el Espíritu Santo, confianza en la Palabra de Dios y en el manto profético que lo reviste.
Su firme comprensión de lo que la biblia promete a los creyentes es fundamental en todos sus sermones, oraciones posteriores al servicio y palabras de profecía personal.